Sant Feliu de Guíxols (soneto melancólico y ñoña para tomar el te)

Si no me fuera tan propio este cielo
y no gritara mi nombre este mar
perdido entre las rocas, con mi faz
trazando el temporal sobre su suelo;

si no albergara en su verdor el velo
de mi primera infancia este pinar;
si estas calles no fueran mi estar;
ni sus gentes mi ser; ni ella, el recuerdo;

el olvido podría negar, hoy,
en la distancia, el molde, la horma
en la que me forjé; negar mi hogar.

Todo yo fuí de aquí; todo yo estoy
aún entre las piedras que dan forma
a esta antigua ciudad nieta del mar.

Distancia (Soneto de temática pseudo-renacentista)

Sólo. Buscando el deseo insaciable
entre el terroso océano de blancas
rocas y los nubarros azabaches,
perdí el viejo camino de las playas

entre las comisuras intrazables
del porvenir y me alejé del alba
marina -antaño meta incuestionable
de mi andar-, encerrándome en la nada

de un sueño ausente de sueño, lejano
de la vida y el cuerpo deseado;
en la escritura amarga de un amor

que solo vive siendo redactado,
quedé sólo, alejado, en el dolor,
de la geografía de tu voz.

Facebook II

A Ander

Esta distancia que acorta el camino
al habla, nos permite afirmar
sin atender a ninguna otredad:
Sentados, dueños de nuestro destino,

vemos a los demás como lo mismo
que pensamos de ellos; nada más
que un mundo a nuestra medida, un lugar
donde poder modelar nuestro sino

con nuestro propio juicio, sin nadie
más que los que nosotros prejuzgamos
dándoles un papel en nuestro juego,

nuestro delirio, en la busqueda de alguien
detras del monitor. Y nos amamos
sin llegar a tocarnos nunca el cuerpo.

Muerte en la gran ciudad

Tras el oscuro sillón se desliza
una sombra de vida ahogada
por la luz del cristal. Afuera clama
el bullicio, inerte, de la vía

que, en la abstracción, el flujo moviliza
de este vivir sin vida que nos traza
el beneficio de aquella esperanza
que cree que nuestro estar no finaliza.

Nadie atiende al suspiro que se emite
desde el inmóvil jadeo que indica
el apagarse de un pulso olvidado

al marchitarse la voz. Se resisten
los cuerpos a ser cosas sin vigilia
que conozca su estar. Todo ha acabado.

Facebook

A Intimidad Romero 

(http://intimidad.tumblr.com/)

Sumergirse en la eterea realidad
del ser escrito, con esa esperanza,
de hablar a la persona deseada,
negada en la presencia de su estar.

Verter al público tu intimidad
tratando de alcanzar la ausencia amada;
confesar desde esta semejanza
comunicada a todos por igual.

Leerse, así, creyendose leído
en la generación del espectáculo
del que uno mismo es espectador.

Devenir sólo un extra de lo descrito
por los oyentes de tu recitáculo.
Ser sólo pixels, mero narrador.

Cuidar la herida

La sombra que te sigue desde entonces
es fruto de la herida que cruzó
tu persistir en el acto anterior
al desenlace que aún desconoces;

en el olvido del estar escondes
el recuerdo poblado de dolor
de aquel momento, ingenuo, de pasión
donde perdiste tu vida en la noche.

Y se alza sobre ti aquella sombra,
ocupando el lugar de tu amar,
coagulando la sangre de la herida

que invade el pensamiento que te nombra.
Solo otra herida la podrá curar,
en su unión. Fruto, al fin, de la vida.

Resistir

No hay salvación, amigo, no la hay;
seguiremos perdidos por ahora;
trazaremos caminos en la arborea
meseta en la que estamos. Nada más.

No haremos más que dar el material
al cartógrafo para hacer su obra:
fijar caminos para que no corran.
No hay salvación, aún, no la hay.

No hay salvación, hemano, mas tampoco
la habrá; no proponemos un final
feliz en el que todo se acabe,

sino seguir abriendo, seguir todos
abriéndonos camino y respirar
antes de que su pluma nos lo traze.

Idilio

Perderse, lentamente, paso a paso,
por las calles que enredan nuestro cuerpo
y, sin temor, abrir via al recuerdo
que nos enlaza en el breve ocaso

de lo que fuimos antes de sabernos
ser la ciudad en la que nos estamos
conociendo, y dejar caer los dados
sin miedo a que al azar nos entreguemos;

a cada gesto sentirnos más vivos,
y a cada pronunciarnos, más cercanos;
sabernos al instante comprendidos

entre los juegos que no revelamos;
montar de nuevo el tablero, decirnos
otra ciudad; otra vez, reinventarnos.

Soledad

Ahora, desde esta soledad
este cuerpo que soy y fuímos no
contempla otra posible claridad
que aquella que movió nuestro dolor

al quebrarnos,  los dos, sin unidad
previa a romper. Claridad o temor
al nuevo día, a la corporeidad
nueva que nos está siendo a los dos

mientras se desliza sobre el arcén
el roto cuerpo de un gato hecho en dos.
Nos hemos separado, y nuestro cuerpo,

incompleto, se niega con desdén
la unidad que no puede ser. Pavor
de no saber cuando nos hallaremos.

Querer vivir

Si el espinazo no temblara bajo
el peso de las cajas que habitan
la humedad que almacena esta vida
que te vive por tan bajo salario;

si se recuperara el tiempo dado
con menos gasto y más tiempo o más días;
si no esperara la muerte escondida en
cualquier punto de tu vida, extraño

te sería el negarte a trabajar.
Pero la muerte acecha y este cuerpo
que te lleva se queja y no recobras

el tiempo que has vendido y en tu obrar
tan sólo hay un querer vivir, sediento
de amor, que no puede vender sus horas.

Disentir lo mismo (esbozo)

El frío que recorre este cuerpo
que nos da forma, estremece cada
parte del cuerpo que no nos distancia
de un disentir que hemos hecho tan nuestro

como fue nuestro el lejano deseo
de ser lo mismo, los dos; y es negada
esa distancia que nos aunaba en
el disentir que nuestro nuevo cuerpo ha

recuperado. Y temblamos debajo
la algodonada piel que delimita
el transito de un organo al otro.

Y, en el alejamiento de entre ambos,
forja el deseo el calor que permita
nuestro ser unidad siendonos otro.

El peligro II

¿Y si este mundo que habitamos fuera
sólo el mundo de un sádico y abstracto
ideal, productor de cualquier acto
o esperanza en pos de una vida buena?

¿Y si el futuro tan sólo sirviera
para atarnos de nuevo al juego dado
-cartas marcadas, trucados los dados-
donde se imposibilita la espera?

Nuestra esperanza sólo serviría
para satisfacerlo, y el absurdo
abandonarla, promesa, sin duda

de llegar a alcanzarla. ¿Hasta que punto
nos atrevemos a perder la vida
para vivirla? Esta es la pregunta.

El peligro

La esperanza del otro es el deseo
del sádico. No el verlo sufrir,
gritar, llorar, sino el presentir
como espera vivir siguiendo el juego

que se le impone como único hueco
de salvación. Animarlo y decir:
"Al final del dolor podrás construir
tu vida, ayúdate de un proyecto

para poderlo soportar; decide
qué quieres ser cuando vuelvas a ser
libre otra vez. Supera este exceso

de estímulos impuestos; ¡sí!, ¡resiste!,
¡lucha!, ¡intenta escapar! Me gusta ver
tu vida manifiesta"... Ya está muerto.

Desesperanza

Y, ¿si esta herida se quedara abierta
toda la vida, sin dar con la herida
que la cerrara; dando la salida,
al exterior, a toda tu incierta

intimidad; vertiendose en cualquiera
sin ser por nadie nunca recibida;
sin que nadie se vertiera en tu vida
vacía, para siempre incompleta?

¿Y si tu cuerpo no se completara,
si nunca encajara en otro cuerpo,
malográndose todo tu lamento?

¿Se perdería entonces en la nada
todo el dolor? ¿O tal vez te salvaras
con la apertura de un primer momento?

Comunidad (esbozo)

-->

En la mudez del cuerpo que seguís

siendo se expresan aún las distancias

que os configuran -en vuestra constancia

irregular- el común que construís

sin tener cosa alguna a compartir.

Desde lo que os separa -variancia

dispar- se os une el cuerpo y la estancia

que sois dentro del cruce del vivir.

Y os sabéis no ser dos más que no siendo

la unidad que os dabais previamente;

no sois solo una suma de unidades,

ni esta carne que os esta viviendo;

si no la amarga piel que se os da ausente:

si os unís es porqué no sois iguales.

Presencia de la ausencia

"En su cama su silueta

se dibuja cual promesa

de llenar el breve espacio

 en que no está"

Pablo Milanés, El breve espacio en que no está

El breve espacio en que no estás lo llena

esa imagen que guardo de tu cuerpo

entre aquellas palabras que reservo

para nombrarte en la ausencia, serena,

de un sueño al que aferrarme ante la plena

inaptitud para seguir despierto.

Así, sin vilo, sin estar durmiendo,

te muestras sin ser tu quien se muestra.

Y te percibo, sin ser mi consciencia

quien te percibe. Y, sin darte, te das

no siendo tu la que te me estás dando.

Y resto inmerso en la ambigua presencia

que me expresa el espacio en que no estás,

el breve espacio en el que estás no estando.          

La deuda del habla

A Joan Rosselló Galmés

Si los vocablos no nombraran nada

más que aquello que en ellos es presente

y no pesara sobre nuestra mente

el resonar de la palabra dada;

si no sentara deuda el pronunciarla,

ni exigiera al oyente un presente,

una respuesta, un gesto, un remanente

a devolver a aquél que le hablara;

si la palabra fuera sólo eso:

palabra, y nada más; empezaríamos

de nuevo en todo nuevo pronunciar;

fácil sería decir al momento,

entonces, el sentir que viviríamos,

mas, difícil sería el recordar.

Miedo a la comunicación

Cruza este cuerpo el dolor de una herida
trazando el límite que ella quebranta;
recorre un temblor esta garganta
buscando entre los labios su salida.

Se vierte todo sobre la dolida
materia. El interior ya no aguanta
sobre sí su exterior; mas sí descansa,
en él perdido, y olvida su vida.

Es vida, ahora, y nada más que esto;
todo exterior, su interior es expuesto;
todo interior, lo exterior se da.

Grita, dolido, y afirma su puesto;
tapa su herida y se vuelve a cerrar:
se aísla, deja de comunicar.

Homenaje a León Felipe

Mas, ¿si nos preguntaramos de nuevo
porqué habla tan alto el español,
responderíamos con la canción
y la cuna, la tierra y el ensueño

de la justicia? ¿Valdría el fuego
aún como respuesta? ¿Y la traición?
¿Valdría la traición? ¿Serán razón,
aún, del grito que cruza este pueblo?

Mi querido hermano, sí, León
Felipe, mi querido hermano, pobres
se ven hoy tus razones; esta herida,

esta herida de siglos, su dolor,
no tiene origen, ni es de ningún hombre:
es nuestra, es nosotros, una vida.

Creación

La seca brisa insinúa la ausencia
de un pasado que, no siendo olvidado,
no puedes recordar. Dejando a un lado
el presente, abandonas la exigencia

de dar un cuerpo, a tu inteligencia,
sobre el que pueda pensar. Sin cuidado;
sin esmero en la forma; inspirado;
sin representación: a la presencia

que se te da, entregado. Sin pérdida
ni renuncia; completo; sin dobleces
que te cierren el paso, sobre ellas

enquistadas. Ninguna otra técnica
que el trazo de la tinta en los papeles
que albergan la mudez de las ideas.

Porqué no tolerar algunos discursos (o de porqué gritan los abuelos en el bar)

Si pudiéramos ver lo que él esconde
tras las puertas de casa, con la sopa
rebajada con agua, y la copa
llenada por el llanto -causa innoble

del dolor que ha vivido-; con la doble
jornada laboral -catorce horas
vendidas a diario-, y las pocas
perspectivas de cambio. Con el pobre

gesto de dolor que marca su espalda,
comprenderíamos el exquisito
gusto que muestra para los discursos:

cualquier voz que recuerde a la empleada
por el amo, chirría entre el quício
de su hogar. Grita, entonces, sin apuros,

sabiendo que hay muchos que en su habla
reflejan el lamento, no querido,
que viven sin esperar un futuro.

Contra la esperanza

Escala lentamente la pupila
el sueño de un pasado presenciado,
sin forma ni contorno, inundando
el rojo lagrimal que lo perfila;

y busca el sueño un momento olvidado
sobre el que derramar melancolías
en la auséncia, de cuerpos y de heridas,
que inunda la vida de este campo

que habitas sin poder deshabitar,
y vives sin poderlo no vivir,
y sufres sin que te deje sentir

el frío hálito de no llegar
a afirmar ni un instante tu estar
ajeno al ser que te ha de redimir.

Escuchando cantar por mirabrás, lloras en la oscuridad de la sala. Te dejas llevar por la voz, pero las palmas te devuelven al sillón. Una cuerda se rompe y una mano empieza a sangrar.

Se quiebra el pico entre el humo oscuro
que a los cuerpos esconde del mirar
que no ve en la garganta aquel altar
nacido entre las cuerdas y el susurro.

Tambaleantes, penden, ante el muro,
los seis dedos que dan notas al mar
que tiembla en la mujer de pino en crudo,
y sientes que una voz te hace llorar.

Irrumpen como coches desvocados
los muros con total necesidad
y van marcando con su choque el ritmo

que da descanso al pecho desatado
entre el grito que no puede cesar.
Tiemblan pestañas rotas entre el vino.

Comiat

Quan us vàreu dir adéu per primer cop

no era un comiat allò que us anunciàveu,

entre el plor compartit, muts, esperàveu

que es tornaria a generar aquell cos

que us presenciava, i l'oblit de tot

el dolor produït, si l'oblidàveu,

us tornava a lligar. 

                                Mentre escoltàveu

el xiuxiuejar trist que el segon cop

us separà, sabíeu esgotat

tots els camins que us podien reunir,

de nou, en un sol cos. 

                                     P'rò us sorpreneu,

amb un tercer a reveure, un nou comiat:

marxes, te'n vas ben lluny; mentre ploreu

obriu en la distància un nou camí.

Sonet absurd d'àvia prenent te (amb pastetes, por i moralina)

-->

Se us han fos entre els somnis les imatges

que us van configurar els camins passats

en el confús trajecte pels paratges

que entre els dos, poc a poc, heu oblidat.

I no sabeu tornar, ara, aquells estatges

en que us vareu sorprendre despullats

de tota imatge sordida i salvatge

que tractés d'anular el foc generat.

Quin crim gelós us fa sentir culpables?

Quin dol us encadena l'horitzó?

Quin foc extern us va afogar les flames?

Quin extranger us roba la raó?

Tanqueu amb forrellatge, bé, els estables,

si no voleu perdre la comunió.

Subjecte

Mai més podrem tornar a ser aquell cos

que ens fou en el silenci del gemec

xiuxiuejat entre el plaer del prec

que acompanyava al trasqueig del repòs

que ens bellugava en la quietud del tros

més obscur d'aquell llit on, plec a plec,

perdíem, cada nit, entre el rebrec

dels llençols, el ser els dos un únic cos;

un únic cos amb tot i amb tots, desig

manifest pel plaer que es produïa

ell mateix, produint-nos la consciència

que ens manté separats de la presència

de la unitat que ens sosté, cada dia:

ens ha deixat sens subjecte, la nit.

Coneixer el cos

De mica en mica anirem comprenguent

com creuen aquest cos les voluntats

que el separen, l'esquincen, de costat

a costat, dant lloc al que es fa present

a aquell mateix delir que els traça, lent,

sobre el cos, fent-ne, d'ell, totes les parts

que es creuran ser, sols, cossos separats

per l'oblit que el voler imposa, insistent,

a l'unitat del cos que els articula.

I comprendrem que el desig que negava

el cos és el mateix que n'estimula

les divisions per parts que, separades

en sa unitat, ficticia les vincula

la voluntat que es creuen donada.

Fora de mercat

Que no mos falti l'esforç de deixar-nos

portar més enllà del fruir personal;

ni deixem de lluitar, com sempre cal,

contra l'engany que ens força a conformar-nos.

Son molts els anys que hem passat recalcant-nos

en la fam dels demés, com ara, igual

i inconscientment, s'aixequen sobre el mal

que estem patint uns altres, ignorant-nos.

No per menyspreu, car, per comoditat

ens obvien. I no els podem culpar,

també nosaltres demanem encara

el confort. No ens podem deixar comprar!

No podem oblidar la nostre fam,

la dels demés, no ho podem obviar, ara.

Petit poema pedant

O breu  projecte d'una filosofia futura

Prendre, altre cop, el camí indecís

que amb certesa ens durà cap a l'ignot

d'un passat que es reprèn, com un dot,

a cada pas que desforja el destí;

Copsar l'instant que se'ns mostra imprecís

en l'estar que belluga aquell remot

gest, tants cops repetit, que ho crea tot,

de nou, del buit, malgrat que ell ja existís;

deixar-se dur per l'acte que hom refà

sobre el seu actuar; o, a voluntat,

lliurement establir el marc on se't da

la vida, com present, en un estat

que quedarà enrere. Mes, no esperar

que per atzar vingui al món la v'ritat,

ni creure al ser ser per necessitat,

d'altre banda l'home excusa creuràs

per manifestar el que ja ve donat.

Polititzar l'art

Dios, que hace eternas las almas de los niños

que destrozarán las bombas y el napalm.

Silvio Rodríguez, La família, la propiedad privada y el amor

                                      Va ser ahir. El Sol, si és que era Sol,

                                      els marcà el territori amb l'immens buit

                                      de la soledat, privant de sentit

                                      a la presència, dada pel dolor,

d'uns cossos que es sabien ser pel plor
incandescent d’un núvol construït

per fer néixer el Sol de la terra, gris

pel fum que ajunta la llum amb la mort.

I els gemecs angoixants 
                                    [d’aquells infants
mutilats s’apagaren en l’oblit

que buidà la presència del seu cos.

Així, tranquil, a la butaca estant,

l’escriptor compromès en feu un trist

sonet, mesurat, per vendre sa mort.

Final

Es este movimiento de conjunto 

el que desaparece, y 

desaparece 

solo, 

en nuestra muerte.

G. Bataille, "La sociología sagrada del mundo contemporáneo"

Quina paraula t'ha esquinçat el cos

aquest cop? Quin mot imprudent s'ha dit

i ha limitat els cossos no sentits,

abans del so, ni com u ni com dos?

Quin tro ha fet tremolar el tot en repòs

fent-ne brollar les formes i els delits

que ara us separen? De on ha sorgit

aquest mirar esquerdat d'ull neguitós

que, seduït pel cant, nega aquest tot,

ja inacabat, que us exclou? Quin oblit

us embolcalla un cop s'ha acabat

la pel·lícula que amagava els noms?

Sigui com sigui, s'ha fet: s'ha aplaudit;

i abans que obris els ulls... ella... ha marxat...

Descans

Em prendré un mes, potser més, de vacances

després d'haver-ne fet trenta rodons,

sense poder donar cap més raó

que'l 'ver de preparar els últims exàmens

de la carrera; així, sens més tardances,

em posaré a re-aprendre les lliçons

per dar als treballs i a les avaluacions

el contingut que els docents em reclamen.

Trist és haver de renunciar a escriure

-al que estàs fent, generant- per complir

amb l'ordre preestablert, per adquirir el

coneixement, sense contemplar ton viure

ton madurar, tot forçant-te al camí

que, insistentment, et volen fer seguir.

Introducció al sobre-sonet "L'estat"

Perquè l’espera us sigui més lleugera

en pujaré catorze de seguits.

P’rò aquests no són nous, que ja són antics;

els vaig fer per obrir un grup de poemes

que volien tractar, entre altres temes,

la possible revolta, el crit sentit

la possibilitat, el neguit i el delit

que es va manifestar a places properes.

Aquests catorze tracten, en concret,

la teoria de l’estat, de Sade

a Montesquieu, Marx o Hobbes hi apareixen.

En quatre grups ‘juntats, com un sonet,

els estructuro. Alguns d’ells s’amaguen

en la prosa, p’ro sent sonets segueixen.

Societat (Un sobre-sonet)

“La teva claredat, jaç de guerrers ullpresos,

...

No ens deixa veure la llum.”

J. V. Foix, Les irreals omegues

L’estat

“El tot sotmès al Tot, i l’Home al seny”

J. V. Foix, Sol, i de dol

I

D’inhòspits indrets són els auguris de fam

pels que resteu quiets sota l’abric de la casa;

de fora, el fred -por, obscuritat,  amenaça-

prepara el ciment, solda la nit al voltant

del frontispici que tot vostre manté el guany,

el seny, el vici, dins tant estranya argamassa

que, de judici absent, un a un us empasta

en l’armistici del formigó; desarmats

de tot valor, acceptareu el dur contracte

que us imposa la pau: “penseu amb llibertat

i obeïu en acte[1], i us llevaré el dolor”,

pacte de salvació, fonaments d’esperança,

emblema de tota ciutat: “Dins de la nit

alegria en la casa; doncs, tot és la por”[2].

II

I recordeu, ara, quan res no hi havia

tret l’allargada i dolça ombra del xiprer

i la por amarga. Tot ho podíeu fer,

res us mancava. P’rò tothom ho podia

-la lluita constant-, tothom tot ho tenia

-les armes, el camp-. Doncs de tot tots mitgers

n’éreu: de la sang –el vi- i la carn –darrer

pa del mestre-; dant, dins tant gran anarquia,

la glòria a un perdut passat -qui recordava?-,

la memòria a un temut futur -com crear?-

i tot ara –al vent!- atent de no ser dut,

per mà estranya, allí on la mort ens esguarda;

on el cos n’és tribut, a tothom donat,

per gaudir de tot; on ningú és ningú.

III

P’rò només tu sents el dolor que has patit,

l’abatiment, les ferides, que ton cos

pot sofrir. Laments, sospirs –crit angoixós,

que de sí, plaent, s’amaga esporuguit;

no podent fer seus els gaudis del neguit,

entregats als déus, als altres, al llauró-,

deus del rebut menyspreu, del temor i la por

de no ser més que un reu, serf d’altres delits

que no observen el teu. Extirpat el tors

del costellam, poruc de perdre la vida,

esperes el perdó, en l’últim sospir,

mentre, et penedeixes del tant gran i greu

error que la llibertat, en s’abús, és.

Dividit ton cos, vols que un ho sigui tot.

IV

Car sou molts i, no obstant, tots l’U voldríeu ser:

l’únic representant d’un cos que ho uneix tot,

d’un social hen kai pan que us lliga –fent món-

 a un sentit imposat –donat per ell mateix–,

a unes lleis –prelegals– que s’alçaren des d’ell,

que voldríeu alçar vosaltres només, sols,

cadascú, fent –lluitant– la guerra, contra tots,

per ser l’U fet de parts; sumant-vos, ben mesells,

com si voluntat fóssiu sense contingut,

com si el vostre desig fos buit i sols l’omplís

el delir de l’altre, per fer-vos, junts, més forts,

imponents, davant l’anhel dels demés –dissort

 de tot poble- i enfront vostre. Perquè, a sí

qui es malmetria, en la seguretat de l’U?

La propietat

“Feu, Senyor Déu, el meu treball més dur”

J. V. Foix, Sol, i de dol.

V

Establert ja l’ordre, com distribuir

entre parts d’un tot que, si té parts, no és

un?

       El vostre cos, amb el seu patir,

vostre i només vostre ara és.

                                                     Qui us prengués

el que amb ell, aleshores, féreu fruir

sobre el terròs?

                              I el camp trescat: qui el fes

seu?

          P’rò el cos d’altri ho conreà...

                                                                Trist

futur -viure amb les sobres!- del darrer

en arribar:

                    No hi ha terra per tots

si tan sols d’un concret ha de ser el tros.

Que el primer –magnànim- la llogui als saguers,

i de l’obrar d’un en peixin ambdós:

Que es digui, convençut:

                                             “Vaig pencar un cop:

que tresquin tota la vida els demés!”

VI

Cóm no deixar que treballi ta terra

el que et permet una vida millor?

Conforme més pagui el que l’emplea

més camp li deixaràs.

                                         P’rò, un home sol

no pot trescar tot el camp –qui poguera?-

d’un llogater.

                          I si explota més tros

més car pot el lloguer establir, més ferma

la paraula que ha dat, més el terrós

produirà, interès més fort tindrà.

Qui no pugui pagar-ne el preu que vengui

sa vida al que sí pot, així faran,

sens problema, que tot camp produeixi.

I tot fent fruir el fruit, el que és llogat,

si amb el cobrat no ho pot pagar, no mengi.

VII

“Qui no treballi pas, que no mengi”

us digueren un cop.

                                      “Qui no us pagui

prou, malgrat treballar, doncs, que no mengi”,

dieu, segurs, tots, avui.

                                           Tant com calgui

haureu, així, de lluitar perquè us deixin

adquirir el vostre menjar.

                                               “Més metàl·lic

tens, més podràs comprar”.

                                                    Vist que tot mèrit

rau en el dot rebut, mentre menys guanyi

el treballador, més podràs donar

al terratinent: més reconeguda

la teva gestió.

                           P’rò aquell que és llogat

també té païdor.

                                Solidaritat:

tindrà aliment, la deguda mesura:

“Que mengi el just per poder treballar”.

VIII

Llei:

        Oferta i demanda, més és menys:

Quan més dat, menys cobrat.

                                                      Més tens per vendre

menys guanyaràs per article; p’rò més

n’obtindràs en total.

                                      Primer annexa:

Si més vens, més tallada, més diners,

treus; p’rò menys cada producte afecta

a ton ingrés:

                        Més feina, més calés;

més hores tresques per cobrar el mateix.

Entès que menys valdrà la teva feina

quan més treballis, i més cal trescar

si més vols obtenir; i quan més tingues

més pagaràs per lloguer de la terra:

per tenir camp més et cal treballar;

baixant, així, el preu de la teva vida.

La Llei

                       “A la nit de la Nit,

 els abismes de fosca ens són llum.”

J.V. Foix, Desa aquests llibres al calaix de baix

IX

Quin valor té treballar en un món que es mou per eixes lleis, on més és menys? No prevaldrà el diner al tresqueig, si l’únic que es manté és el preu de l’or? El capital no és l’acumulació d’un fet treball? Com es genera pel vendre o comprar?

Justament, el diner, signe adquirit, serà ton inversió, ton obra dada al comerç. Cóm el símbol d’una acumulació pot generar encara més dipòsits, si no és real?

Us anireu construint un períbol simbòlic des d’on negar el món. Fosc nínxol on laborar sense haver de trescar.

X

Quin sentit té dar opinió si al sumar-les tota divergència serà obviada? Llavors, no assumeixes que s’han fet abstractes, que sols representen, només són comptades? El vot no serà opinió acumulada, mera conveniència? Com dir altre paraula que la que escolleixes de la paperassa que cada quatre anys veus damunt de la taula?

Com desitjar, implicar-se o remoure’s per quatre propostes que tu mai faràs?

P’rò mantindràs l’esperança del canvi, esperança que permet que res no s’alteri.

Persistiràs, assegut al sofà, esperant que s’escolti, al menys, tons ulls al cloure’s.

XI

Un cop donat ton cos, ta voluntat i ton treball a l’U, què et quedarà per a poder-te identificar?, cóm dir: “Aquest sóc jo”, si tot t’has dat?

Un núvol... Fang! “Aquí sorgeix de cop un cap sagnant; allà una aparició color paper; i de sobte marxa tot”[3]; què et quedarà sinó imaginació?

Si allò que fas al món mai serà teu, per què no cloure’s en la intimitat?: Culturitzat!, emplenat de saber!

Per actuar en el món ja hi ha unes lleis, situa’t on t’indiquin: Penseu!, p’rò que el plaer mai us sigui real.

Els Dogmes

“Solell lleial a qui, lliure, fa lliure”

J. V. Foix, Les irreals omegues

XII

Fruits del mateix pare, de l’U que us da forma,

viviu de la mare, del fruir d’una terra

que a tots agermana. Obeïu la norma

-“Respecteu el pare i la mare”- que aixeca

la fraternitat que us permet tot ordre.

A mort, disposats, lluiteu, feu la guerra a

l’intrús emigrat que la mare us roba,

al veí armat que us pren la hisenda,

el lloc del pare: Pàtria, estat, ciutat.

Recordeu que el pare un cop fou germà,

que a ell us sotmetéreu per seguritat;

No oblideu paraules de tant bon paisà:

“Bona terra d’odis xopa de la sang

que es deu de la nostra set d’eternitat”[4].

XIII

Què és sinó eternitat el que busqueu

en la seguretat que us da l’estat?

Perpetrar l’estructura que formeu,

que tons fills –desventura- reompliran.

La mare us da la vida, singulars,

sempre indeterminats, us abstraieu

en l’U que us da sortida en l’Estat,

on, no sent el que sou, us ubiqueu

en un cos que us ordena i determina

-característica de tot bon poble-,

que us sobreviu i us acumula –sa història-.

Un cop abstrets tots de tots, de tot noble

e innoble tret, qui no reclamaria

igualtat?, dar-se a, de l’Estat, la glòria.

XIV

Tothom pot ocupar, així, qualsevol espai

de l’estructura que configura l’Estat.

Voldràs habitar el lloc que a ton desig pertany,

tu i tots, reclamareu tenir més llibertat.

Podreu fer el que vulgueu, si es que està regulat,

només cal que lluiteu, treballeu amb afany,

mantingueu l’esperança i no claudiqueu mai

fins que us enterrin, morts. I tot sense observar:

Per poder voler ser no pots ser el que vols,

tampoc voler el que ets. Acceptant el contracte

imposat com un fruit de ta lleu voluntat.

Fins que un dia, porucs, comprengueu, ja, que el món

no és sols el que ara és. Per fi lliures en acte:

Alliberats d’aquell desig de llibertat.

---

[1] I. Kant, “La pau perpetua”. Les cites poden tenir alguna petita variació respecte a l’original, vist que en alguns casos no n’he trobat traducció al català i, en la majoria, les he hagut d’alterar, tot intentant no canviar-ne el significat, per tal de que poguessin quebra en el ritme métric del poema.

[2] J. S. Papasseit, Vibracions.

[3] G. W. F. Hegel, “Jenaer Realphilosophie”, citat per Slavoj Zizek, “El espinoso sujeto”.

[4] S. Espriu, “La pell de brau”

(Des)Esperar

I quan arribi el gest, què haurem de fer?
Quan succeeixi el fet, què podrem dir?
Quan sigui dit el cos, què perseguir?
I què esperar del cos que, finalment, 


s'ha fet present? I si no passes res?
I si no féssim res: negar el camí
que'ns obre el gest, el cos, present, per fi? I
si deixem perdre el delit, el plaer,


del cos? Reunits els seus membres, p'rò aïllats,
deixeríem passar un altre destí
que no fos aquell que ell ens indicava.


P'rò i si no fos el cos manifestat
el que present se'ns feia? Com predir el
que ens nega en sa presència? Qui esperara?

Great Expectations

Si esperallo pudiera sin perdello

Garcilaso de la Vega, Soneto III

Seguir lligats a l'atzar d'una vela
intentant esbrinar els camins d'un vent
que és cada dia menys vostre, pendents
de no ser duts vers les roques que us cerclen,


sense cap altre destí que la incerta
mobilitat d'un oratge que us sent
cada dia més seus, sota el gemec
del mar, negats per l'eterna recerca


d'un pam de terra on parar, d'un destí,
d'una destinació clara i precisa
que us deixi esperar un mínim descans.


Espera que us manté el mateix camí,
entregats a un llunyà horitzó, oblidant
la vela, el vent, seguint a la deriva.

Cos

El cos no és pas aquest receptacle

on em conec a força de costum;

ni aquella imatge que sempre s’esmuny

de sí mateixa quan es copsa en l'acte

d'allò que vol conèixer, implacable,

i que consciència volen dir-ne alguns.

No és pas, el cos, transcendència, ni fum,

ni esperit o alcohol; no és sublimable

el cos, tampoc se'n poden fer perfums

ni essències, fusta o matèria; ni pes

o límits se n'obtenen si no es gosa, amb

l'altre, trencar-ne el repòs, el seu rumb...

El cos no és res del que en pugui dir "és"

i afegir-hi al darrera una altre cosa.